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martes, 9 de abril de 2013

Gibara en el Oriente Contemporáneo de la década del 40



Una publicación en  la década del 40 mostraba las particularidades económicas, sociales y naturales del entonces término municipal de Gibara.
El libro publicado en Santiago de Cuba dedicó cada capítulo a un término municipal del Oriente y a ello debe su nombre: Oriente Contemporáneo.
Para esa década del 40 Gibara contaba con una superficie de 992 km2, una población de  30 705 habitantes y 14 barrios municipales entre los que se encontraban Potrerillo, Fray Benito, Bariay, La Palmita, Rabón, Yabazón, Cantimplora, Bocas, Blanquizal y Gibara la cabecera dividida en dos barrios Norte y Sur. 
 


Las producciones fundamentales eran la ca;a de azúcar,  frutos menores y ganado. El término poseía yacimientos mineros de cobre, plomo, y oro, un central azucarero y  se destaca desde entonces como atracción turística la Cueva de los Panaderos.


   Oriente Contemporáneo realizó un análisis de la etimología de la palabra Gibara, de la tesis del arribo de Colón a la Villa, de la historia política y social,  de las creencias, entre otros temas.
Narra el libro que para cuando se declara la bahía de Gibara como puerto habilitado: 
Comenzaba a acusarse la realidad de un pueblo progresista y hermoso, cuya ufanía mayor le venía de saberse junto al puerto abrumado de mástiles activos, es decir de embarcaciones febrilmente  dadas a la tarea de un comercio de cabotaje intensísimo; y en los muelles, los paseos, en los centros de reunión  y en las calles, la vida gibare;a cobraba cada día sabor mas acentuado a júbilo, a optimismo y prosperidad.

Por real orden el 26 de junio de 1875 quedó Gibara constituida en municipio. Arribaba por esta época Gibara al clímax de su pujante progreso, lo que se revelaba en la magnificienciaaristocrática de una sociedad enriquecida y selecta. 









 Cuenta Oriente contemporáneo que entre las tradiciones se encontraban las tardes taurinas, el teatro, la festividad del patrono y las solemnes celebraciones por semana santa.
Como dato curioso refleja el libro que fue por Gibara  que la dominación espa;ola deportó a Tomás Estrada Palma  y también recibido , a su regreso  a Cuba, ya electo presidente de la República el 20 de abril de 1902.
Sobre los encantos naturales de la Villa, Oriente Contemporáneo hace una descripción de lo que significaba para  la década del 40 Gibara como centro de veraneo y esparcimiento para las provincias orientales. Lo cuenta de esta manera:

(…)Sus playas magnificas, su privilegiada ubicación, sus brisas atlánticas,  y la ideal temperatura que reina durante el estío, hacen de ella un magnífico sitio donde pasar la estación de calor(…) Gibara constituye en efecto, un paraje de peregrinas  bellezas naturales, tanto que contemplarla desde la Loma de la Vigía, por ejemplo, que se alza al fondo de la población , equivale al  disfrute  de un espectáculo grandioso, de una visión impresionante en que la luz, la piedra y la espuma, asocian lo imponderable y lo corpóreo,  para regalo de los ojos mortales y de los ojos del espíritu.



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